Los dos extremos se cruzaron en Parque Patricios y sucedió lo que era de prever. El ahora único líder con puntaje ideal, Rosario Central, terminó doblegando con su juego a un Chacarita que sigue sin encontrar el rumbo futbolístico y lo condenó a seguir hundido en lo más profundo de la tabla.
De entrada nomás los dos ofrecieron una clara muestra de sus estilos. El Funebrero arrancó mejor en los primeros minutos pero sólo porque Matías Alustiza se volvía indescifrable para sus marcadores. La soledad en la que se fue sumiendo con el correr de los minutos le volvió a dar tranquilidad al arquero Jorge Broun. Central, por su parte, si bien no fue un canto al lirismo, intentó siempre manejar la pelota en el campo de juego de un Tomás Adolfo Ducó que no ayudó a poner la pelota al piso. Sin embargo, y aún sin Jesús Méndez en la mitad, intentó tocar y ser dueño exclusivo de la pelota. Sin lograr un gran dominio, dejaba a las claras que era quien más buscaba.
La presión en campo contrario que ejercieron los de Ariel Cuffaro Russo llevó a Chacarita a repetirse en pelotazos buscando al aislado Alustiza. Sólo cuando Facundo Parra y Cristian Milla intentaron jugar fue cuando el Funebrero equilibró el encuentro, pero fue demasiado poco.
Así, aunque Central esgrimía herramientas más nobles, las defensas sólo pasaban sobresaltos en las pelotas paradas. Cristian Grabinski por un lado y Guillermo Burdisso por el otro, ganaban reiteradas veces generando lo poco que se podía ver en Parque Patricios.
Y de esta manera, como se veía venir, llegó la primera emoción. Emilio Zelaya saltó apareado con su ex compañero Jorge Núñez y vulneró la resistencia de Nicolás Tauber. 1-0 para Central y algo de justicia en un primer tiempo mal jugado en el que el Funebrero ni siquiera atinó a reaccionar tras verse en desventaja.
En la segunda mitad Zielinski comprendió que debía ser más agresivo si quería soñar con el empate, y por eso su equipo abandonó esa imagen tibia que ofreció en la primera mitad. Sin muchas ideas, pero con más ímpetu, el Funebrero trató de asociar a Alustiza con Parra y Milla, pero sólo de a ratos lo logró.
En tanto, Central se defendía peligrosamente cerca de su arco, aunque cuando recuperaba la pelota se dedicaba a cuidarla y a intentar frenar el ahínco que ponían los de San Martín para llegar al gol. Así, los espacios aparecieron pero lejos estuvieron de aprovecharlos.
Intentó Chacarita con algunos centros que encontraron a Broun siempre bien parado, por eso el uno se convirtió en la figura de la cancha. En él y en la solidez de Burdisso se cimentó la resistencia en los últimos minutos. La distribución criteriosa del pibe Zárate, el crecimiento de Jonathan Gómez y el juego por izquierda de Moya le daban aire de tanto en tanto, pero Zelaya estuvo impreciso y no pudo definirlo. Esto llevó a que la incertidumbre se mantuviera hasta el final, aunque una vez más Chacarita pagó la falta de potencia ofensiva y de creatividad en la mitad. La lucha de Pereira y Vismara no fue la de otros partidos, y las intermitencias de Parra y Morales lo encaminaron a otra derrota ineludible.
-- Síntesis --
Chacarita (0): Tauber; Fontana, Grabinski, Crosa, Núñez; Parra, Vismara, Pereira, Morales; Milla y Alustiza.
DT: Ricardo Zielinski
Rosario Central (1): Broun; Chitzoff, Burdisso, Braghieri, Núñez; Gómez, Paglialunga, Zárate, Moya; Zelaya y Castillejos.
DT: Ariel Cuffaro Russo.
Gol: 34m. PT. Zelaya (RC)
Cambios segundo tiempo: 24m, Nicolás Ramírez por Parra (Ch); 34m, Juan Manuel Aróstegui por Morales (Ch); 36m, Martín Astudillo por Moya (R); 40m, Gonzalo Gabriel Choy por Zelaya (R) y 45m, Emanuel Centurión por Jorge Núñez (Ch).
Arbitro: Rafael Furchi.
Recaudación: $173.079,00
Cancha: Huracán (local Chacarita).
