PURA ESPUMA.
En eso se quedó Quilmes, en la nada misma. Porque Chacarita ayer si, jugó como debe hacerlo un puntero del torneo: con actitud, autoridad, la mente puesta en el arco rival, sin especular. De mucho sirvió el gol tempranero de Echeverría (un grosero error de la defensa rival que lo dejó libre) a partir de allí, Chacarita manejó el partido a su antojo. Con muy buenas actuaciones de Tauber, Suárez Figueroa e Iñiguez. Da la sensación que cuando Chaca convierte es casi imposible que pierda un partido.
VIVA LA CHICHA.
Juega de lo que sea: lateral derecho, izquierdo y también de central. Lo concreto es que el chileno Suárez Figueroa cumple donde lo pongan. Firmeza, solidez y la simpleza para despejar la pelota son cualidades que lo hacen un jugador importante. Sinceramente hay que destacar a toda la defensa funebrera, Tauber, Gutiérrez, Echeverría, Grabinski y Suárez Figueroa cada fecha que pasa juegan mejor, transmiten firmeza y seguridad.
PODEROSO EL CHIQUITÍN.
Hemos hablado ya mucho del Chavo Alustiza. Pero se hace imposible no volver a escribir algunas pocas palabras sobre la actuación del delantero. Definitivamente es la figura del equipo, el que desequilibra, el que le imprime velocidad al ataque. Ayer le ganó definitivamente el duelo al colorado Fassi, lo volvió loco, lo paseó por todo el sector izquierdo de la defensa rival. Además convirtió ya 13 veces, ayer remató al palo izquierdo de Pontiroli luego de un mal rechazo de un defensor de Quilmes para poner el definitivo 2-0. Aplausos para el Chavo, el diferente de Chaca.
NO SABE UN PITO.
La actuación de Jorge Baliño fue definitivamente muy mala. Dejó que los jugadores de Quilmes pegaran sin restricciones. Y para colmo, recién el primer amonestado fue Fassi cuando terminaba la 1º etapa. Además dudó en sus decisiones, algunas de ellas importantes. En fin, un árbitro que no manejó el partido con altura.
QUÉ FANTÁSTICA ESTA FIESTA.
Para prolongar el festejo por los 103 años nada mejor que un triunfo como el de ayer, Chaca sigue en lo más alto de la tabla y mantiene las ilusiones intactas. La gente una vez más, acompañó este sueño de todos, colmó la tribuna del estadio de Ferro y festejó como nunca esta victoria, que significa un paso más hacia el objetivo del ascenso.
Por César Damelio.
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