EL PARTIDO DEL AÑO.
Así lo habían titulado en Tucumán. Para Atlético era el partido más importante, el que podía, tal vez, definir su futuro. Y así lo jugó el local, con dientes apretados sin regalar nada. Chacarita jugó mal, no estuvo a la altura de las expectativas que había generado, salió a defenderse, cedió terreno y dejó pasar una chance importante para alejarse aún más de sus seguidores.
EL JARDIN SE TRANSFORMO EN INFIERNO.
Durante la semana se habló demasiado de lo que podía pasar fuera de la cancha. Que el ambiente iba a ser hostil, que la presión iba a ser constante. Tal vez por eso, la bandera que colgaba de la tribuna rezaba: “bienvenidos al infierno” un infierno del que Chacarita no pudo salir vivo.
OTRA EXPULSION Y VAN…
Luego del gol de Atlético, ingresó Germán Basualdo para darle más llegada a la zona de volantes del funebrero. Lo concreto es que el ex Almirante Brown, nuevamente se dejó llevar por su temperamento y se fue expulsado luego de insultar a Longo, jugador local. Basualdo lleva ya 2 expulsiones jugando en Chacarita, la anterior había sido frente a Independiente Rivadavia en la fecha 27.
HAY TIEMPO PARA CAMBIAR.
Chacarita sigue siendo el puntero, tiene una ventaja de 5 pts y es difícil que se le escape el ascenso. Pero, es verdad que la derrota dejó en claro errores que se viene acumulando: no se entiende porque el equipo se repliega tanto cuando juega de visitante, y le cede la iniciativa al rival. También está claro que Chacarita tiene un problema por el sector derecho, Dolci no vuelve con su marca, Vismara debe tirarse a la derecha para cubrirlo y el pibe Gutiérrez le deja demasiado espacio libre a su marca (como en el caso del gol de Atlético) No hay una alternativa cuando Coyette es neutralizado por su marca. Faltan variantes en ataque, ya que Alustiza (el único desequilibrante) cada vez se tira más al medio y le facilita la marca a los defensores rivales. En fin, errores que se pueden mejorar de cara a la recta final del torneo.
Por César Damelio.
Así lo habían titulado en Tucumán. Para Atlético era el partido más importante, el que podía, tal vez, definir su futuro. Y así lo jugó el local, con dientes apretados sin regalar nada. Chacarita jugó mal, no estuvo a la altura de las expectativas que había generado, salió a defenderse, cedió terreno y dejó pasar una chance importante para alejarse aún más de sus seguidores.
EL JARDIN SE TRANSFORMO EN INFIERNO.
Durante la semana se habló demasiado de lo que podía pasar fuera de la cancha. Que el ambiente iba a ser hostil, que la presión iba a ser constante. Tal vez por eso, la bandera que colgaba de la tribuna rezaba: “bienvenidos al infierno” un infierno del que Chacarita no pudo salir vivo.
OTRA EXPULSION Y VAN…
Luego del gol de Atlético, ingresó Germán Basualdo para darle más llegada a la zona de volantes del funebrero. Lo concreto es que el ex Almirante Brown, nuevamente se dejó llevar por su temperamento y se fue expulsado luego de insultar a Longo, jugador local. Basualdo lleva ya 2 expulsiones jugando en Chacarita, la anterior había sido frente a Independiente Rivadavia en la fecha 27.
HAY TIEMPO PARA CAMBIAR.
Chacarita sigue siendo el puntero, tiene una ventaja de 5 pts y es difícil que se le escape el ascenso. Pero, es verdad que la derrota dejó en claro errores que se viene acumulando: no se entiende porque el equipo se repliega tanto cuando juega de visitante, y le cede la iniciativa al rival. También está claro que Chacarita tiene un problema por el sector derecho, Dolci no vuelve con su marca, Vismara debe tirarse a la derecha para cubrirlo y el pibe Gutiérrez le deja demasiado espacio libre a su marca (como en el caso del gol de Atlético) No hay una alternativa cuando Coyette es neutralizado por su marca. Faltan variantes en ataque, ya que Alustiza (el único desequilibrante) cada vez se tira más al medio y le facilita la marca a los defensores rivales. En fin, errores que se pueden mejorar de cara a la recta final del torneo.
Por César Damelio.
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