domingo, 19 de julio de 2009

“El fútbol me devolvió algo de lo que yo le di”


En un año su vida cambió rotundamente. Allá por junio pasado, abandonó el Torneo Argentino B y ahora se prepara para pisar los césped de Primera División. Llegó a Chacarita casi que por la puerta de atrás y sin hacer demasiado ruido, pero se convirtió en el gran mariscal a lo Perfumo y hoy es dueño de “la llave” de la ciudad. Las futuras generaciones lo recordarán como el héroe; aquel tipo que cortó 5 años de frustraciones, ese que le devolvió la grandeza, los sueños y la esperanza al Tricolor con su gol contra Platense, que significó el ansiado y esperado ascenso a la máxima categoría. Se trata de Mariano Echeverría, un pibe que arrancó con la pelotita solo por pasión y nunca imaginó que el fútbol le podría dar tantas satisfacciones: “Ni el más optimista de mi familia podría haberlo pensado. Soy un privilegiado”, dijo el gran referente de Chaca.
Humilde, sencillo, hospitalario, atento, predispuesto, sin pelos en la lengua, sincero, y clarísimo en cada uno de los conceptos que salen de su boca. Echeverría recibió con los brazos abiertos a DIARIO POPULAR, y en la comodidad del departamento que comparte con su gran amigo, Juan Aróstegui -en el barrio de Belgrano, habló de su eterno amor por la redonda, los sacrificios que tuvo que hacer para transformarse en un profesional, su llegada a Chacarita, y el final “inesperado y soñado”.
-Si nos remontamos a tus comienzos con la pelotita, ¿qué recordás?
-Tantas cosas... Arranqué en Independiente de Mar del Plata y estuve desde los 6 años hasta que los 21, que me fui a Honduras para jugar en Municipal Valencia. Me acuerdo que estaba en Mar del Plata, estudiaba educación física y jugaba al fútbol hasta que me fui a Honduras. Allí estuve un par de años y en una de las vacaciones que me dieron, que eran de 4 meses, jugué un campeonato con San Lorenzo de Mar del Plata, salimos campeones. Fueron experiencias muy buenas.
-En esos tiempos, ¿Cómo tomabas al fútbol?
-En Mar del Plata, como el basquet es el deporte que tiene más trascendencia, no se veía al fútbol como medio de vida, y si encima no estabas en Buenos Aires todo parecía muy lejos. Lo mío era solo porque me gustaba jugar y me iba bien, pero seguía estudiando educación física. Hubo un momento que me tuve que decidir porque quería dedicarme al fútbol en un 100 por ciento, y la carrera la abandoné al tercer año. Recién ahí tomé al fútbol como una forma de vida, porque quería ser profesional. Nunca me voy arrepentir de haber decidido dejar la carrera por el fútbol. Cuando jugaba en las ligas era muy duro y teníamos que meter mucho sacrificio, porque todos estudiábamos o trabajábamos, además de jugar. No es como en Buenos Aires, que quizás a los 16 o 17 años ya podés ganar un sueldo y vivir de todo esto. Los que jugábamos, lo hacíamos solo porque nos gustaba el fútbol.
-¿Cómo sentiste el cambio de categoría?
-En un primer momento fue algo raro, porque además uno sabía que venía a un club con mucha historia como Chacarita, y no es normal que un jugador que anduvo por ligas, tenga la chance de llegar a un club como Chacarita. Por eso haber llegado directamente y arrancar como titular, y encima que en mi primer año de experiencia se logre el ascenso a Primera División fue algo impensado y soñado.
-Menos ibas a imaginar que meterías el gol del ascenso...
-Obviamente que no. Al principio, y se lo comentaba a mi familia, yo buscaba por lo menos un lugar en el banco; porque estaba Crosa y Grabinski y de alguna manera ellos eran espejos a seguir. Esa era la realidad. Después me encontré con Monzón (ex técnico de Chaca), que me dio un gran apoyo. Quizás Monzón como conocía mi puesto se sintió identificado con mi juego y pensó que podía rendir. La posibilidad la tenía, solamente quedaba hacer las cosas bien. Si miro la película 1 año después, creo que ni el más optimista de mi familia pudo haberlo pensado. Meter ese gol fue increíble. Pareció como un cuento. Haber hecho el gol en el minuto 90, en un partido cerrado, y que ese gol signifique el ascenso, es lo que cualquier persona que alguna vez jugó al fútbol sueña hacer. Por eso creo que soy un privilegiado en el fútbol. Han pasado muchos futbolistas, pero pocos tienen la satisfacción de tener ese momento de gloria. Todos los logros que obtuve en este año son frutos de los años de trabajo que llevo. El fútbol me devolvió algo de lo que yo le di.
-Y ahora, ¿Qué esperás para este año futbolístico?
-Demostrar que estoy a la altura del campeonato, como me ha pasado todos los años y en los clubes que he estado. Quiero lo que hice en primera división. Obviamente que a nivel grupal todos queremos que Chacarita se mantenga en Primera. Tenemos la base del equipo anterior, y las últimas experiencias de los equipos ascendidos que mantuvieron la estructura del equipo fueron buenas.

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